Ya hablamos anteriormente de la escuela Old School y esta vez toca algo más contemporáneo, el New School.
El New School nació después de la Segunda Guerra Mundial. Se rompió la tradición de líneas gruesas y pocos colores que usaban hasta ese momento con la creación de nuevas técnicas y tintas, lo que hizo posible cambiar el estilo de los dibujos al mismo tiempo que cambiaba la mentalidad de toda una sociedad. Era el momento de la revolución y lo que buscaban era llamar la atención.
Lo que definió entonces la nueva técnica de tatuajes fueron los colores y los trazos utilizados más que la temática de los tatuajes, que no está muy definida aunque suele tender a una cultura más pop y actual (dibujos relacionados con los cómics, graffitis...).
La principal característica son los colores intensos y llamativos. Si anteriormente se usaban principalmente el rojo y negro, ahora se mezclan colores de todo tipo para buscar el contraste y la atención.
Los contornos es otra parte característica del New School. Son trazos desdibujados que no definen el tatuaje de manera tan fuerte como los Old School.
En conclusión, son tatuajes hechos para no apartar la vista de ellos y decorar la piel con alegría.
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