El mundo de la modificación corporal no para de avanzar. Cada día aparece una nueva forma que nos deja fascinados y si va unido al desarrollo de las nuevas tecnologías la sorpresa puede ser doble. Esto es lo que debieron pensar un grupo de estudiantes franceses que decidieron darle un nuevo uso a su MakerBot, una impresora 3D, y comenzar a tatuarse la piel con ella.
La idea no resulta descabellada ya que la impresora 3D tiene todos los elementos que debe tener un buen tatuador: precisión, destreza y un buen chute de tinta. Así que, por qué no probarlo? Basta con añadir una máquina de tatuar a la impresora y un par de intentos sobre el papel para comprobar que todo funciona como es debido.
En realidad, el comienzo de esta idea se encuentra en un concurso organizado por el Ministerio de Cultura de Francia. Estos chicos tuvieron ocho horas para transformar una impresora tradicional cambiando el cabezal de la tinta por un bolígrafo que podía pintar en la piel. Sin embargo, no querían detenerse ahí y decidieron construir la primera máquina que hiciese tatuajes reales sin ayuda humana.
Este nuevo invento abre, sin duda, un debate acerca de si lo que crea una máquina como la MakerBot puede ser llamado arte o se trata de una mera reproducción en cadena. Por el momento, Antoine Goupille ha sido la primera y última -que sepamos- persona en el mundo en utilizar este invento. Aquí os dejamos el vídeo del proceso. Juzguen ustedes mismos.
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interesante, pero no cambiaria a mi tatuador por una maquina :/
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