Con más del 95% del cuerpo cubierto por incontables tatuajes, Julia Gnuse ha conseguido el récord de ser la mujer más tatuada del mundo. Para esta californiana, lo que comenzó siendo una solución para su problema de piel se convirtió en una obsesión que le ha llevado a ser conocida en medio mundo.
Hasta los 30 años, Gnuse no tenía ni un sólo tatuaje en todo el cuerpo y parecía que no tenía ninguna intención de hacerse uno. Sin embargo, una enfermedad llamada porfiria apareció en su vida. Esta dolencia hace que el cuerpo se llene de ampollas y cicatrices, dependiendo del grado en el que se encuentre. Para tapar sus primeras marcas, un cirujano plástico le recomendó que se tatuase la piel del mismo color que tenía antes, pero al ver que no funcionaba se decidió por los dibujos a todo color.
Julia Gnuse declara que lo hace por una razón puramente estética, ya que los tatuajes no mitigan el dolor ni paralizan el desarrollo de la enfermedad: "Hice esto para cubrir las cicatrices de las ampollas. Algunas llegan a tener la profundidad de una quemadura de tercer grado".
El primero de todos sus tatuajes fue un pulpo y desde entonces no ha parado. Los picapiedra, Kiss, personajes de Disney o de la serie Embrujadas son algunos de los dibujos que se pueden encontrar a lo largo de todo su cuerpo. En total, se ha gastado más de 60.000 dólares en tatuajes, lo que le ha valido para alzarse con el mote de La Dama Ilustrada.
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