Muchos amantes de la modificación corporal tienen el sueño de convertirse en tatuadores o anilladores profesionales pero no saben dónde acudir para conseguir el título necesario. Ser un buen tatuador requiere mucha práctica y años de experiencia, además de una buena mano para dibujar, por lo que no está al alcance de todo el mundo. Sin embargo, convertirse en anillador puede ser más fácil. Eso sí, requiere sangre fría puesto que te van a pedir piercings en cualquier parte del cuerpo y de todo tipo, conviene estar preparado mentalmente.
Para llegar a ser piercer se necesita mucho dinero, sobre todo si vives en Madrid y Barcelona. Hay que cursar un curso de higiénico sanitario homologado por el ministerio de Sanidad que suele costar cientos de euros, dependiendo de dónde lo estudies (en Zaragoza puedes encontrar uno por 300€ pero en Madrid se puede subir hasta casi los 1000€, hay que buscar bien). Sin embargo, debes tener cuidado ya que los cursos son diferentes de una comunidad a otra y lo que has estudiado en una no te sirve para otra, sólo puedes anillar en la comunidad en la que has estudiado.
Los cursos los imparten en centros especializados o bien en tiendas de tatuajes. La ventaja de hacerlo en la tienda es que aprenderás de la mano de profesionales de la modificación corporal que te enseñarán cosas que, a lo mejor, en el centro especializado no tienes oportunidad de ver.
De todos modos, ser piercer parece algo sencillo pero puede ir mucho más allá. Existen grandes anilladores que realizan verdaderas expresiones artísticas mediante los piercings. Por ejemplo, las obras de Max Brand traspasan lo común y están llenas de creatividad. Crea originales formas en el cuerpo humano mediante conjuntos de agujas. Es alguien que ha sabido ver arte donde nadie más lo ve.
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